Chapa de hierro doble decapado

Es un tipo de chapa de acero laminada en caliente que ha recibido un tratamiento de decapado posterior al laminado. Por lo general se trata de procesos de laminación en frío para reducir su espesor, conseguir una aptitud mayor al conformado y mejor aspecto superficial antes de proceder al galvanizado, de ser necesario.

El pintado de este tipo de chapa es muy sencillo, pero requiere prestar gran atención a la protección a la corrosión.

Estos materiales normalmente se comercializan con una protección temporaria, compuesta por aceites o grasas animales que se fijan en la superficie y evitan que el metal entre en contacto con la humedad y el oxígeno presente en el medioambiente. Se inyectan automáticamente en las áreas de acero o metal que pueden estar expuestas a factores ambientales. Los aceites anticorrosivos por lo general contienen productos químicos que inhiben la formación de óxido, pero no evitan la aparición de manchas de óxido férrico (de color rojo oscuro), lo que significa que es necesaria una protección inmediata mayor, es decir galvanizar o pintar.

Lo que primero recomendamos es desengrasar la chapa a trabajar. Para pintarla y evitar problemas de corrosión es necesario tener en cuenta dos puntos prioritarios: tratar químicamente la chapa y aplicar una pintura o primer anticorrosivo para su protección.

En cuanto a los tratamientos químicos para protección anticorrosiva los utilizados son: fosfatizado, fosfodesengrasado, pasivado y nanotratamientos. Estos últimos son desarrollos de última tecnología de elevados costos, pero gran eficiencia.

Es muy común en la industria el uso de productos llamados fosfodesengrasantes, conocidos normalmente como “2 en 1”. Estos productos en su mayoría son compuestos a base de ácido fosfórico, con sales de zinc o hierro y detergentes de alto peso molecular, que al entrar en contacto con la chapa engrasada, y con algo de óxido superficial, realiza la doble función: por un lado desengrasa y por el otro disuelve el óxido férrico y deposita una leve capa de fosfato de hierro y zinc. Algunos solo trabajan con fosfato de hierro.
Este sistema es muy usado en Argentina, ya que se emplea con equipos de aspersión a alta presión o simplemente con un trapeado perfectamente controlado, no siendo recomendado para altas exigencias.

Para los casos donde hay una mayor exigencia de protección anticorrosiva, lo ideal son los sistemas independientes en etapas:
A - desengrase a alta temperatura (60°C).
B - enjuague con agua desionizada.
C - fosfatizado de hierro (pH neutro): se le puede agregar una fase posterior que es el sellador pasivante. Esto elimina el fosfato libre (polvo blanco que se observa al secarse) y sella en los intersticios que quedan sin fosfato, evitando el ingreso de la humedad y los oxidantes ambientales.

SIMBA SA ofrece un estudio completo del tipo de tratamiento más apropiado para el esquema adoptado por el cliente, verificando las posibilidades con nuestra cámara cíclica de corrosión Atlas CCX. En ella podemos tener un seguimiento del recubrimiento y su poder de protección a través del tiempo.